Ofertar o no ofertar
Ofertar o no ofertar. Mientras buscamos una propiedad, contratamos a un contratista. Hay muchas opciones para elegir. Dedicamos una buena cantidad de tiempo y recursos al proceso. Finalmente, conseguimos el proyecto de nuestros sueños. El último paso es pagar. Esto se puede hacer a través de varios modos como el efectivo, préstamos, EMIs, ofertar o no ofertar.
Invertir en propiedades es un gran paso. Están en juego los ahorros de toda la vida. Las grandes empresas comerciales incluso a veces se equivocan al ofertar. Por lo tanto, la decisión de ofertar e incluso de no ofertar es muy crucial. Especialmente para un contratista, este conocimiento es muy importante. Hay que tener ojo para el proyecto adecuado. Decir que sí o que no a un proyecto puede cambiar las reglas del juego. Debes buscar la oportunidad de conseguir el mejor trato.
¿Cómo tomo la decisión de ofertar o no ofertar?
Pues bien, antes de tomar la decisión final, tienes que pensar en muchas variables. Reúne a tu equipo y discute las siguientes preguntas. Considera todas las posibilidades. Te ayudará a decidirte.
- ¿Cuáles son los antecedentes del proyecto?
- ¿Es factible la ubicación?
- ¿Quiénes son nuestros competidores?
- ¿Cuál es la probabilidad de ganar o perder?
- ¿El proyecto es bueno para la empresa?
- ¿Avanzará la empresa en la dirección correcta con este proyecto?
- ¿Cuál será la ganancia?
- ¿Cuál es el límite máximo para ofertar?
- ¿Tenemos la financiación, las herramientas, la maquinaria y la mano de obra necesarias para completar el proyecto?
- ¿Cuál es la relación con el cliente?
- ¿Cuáles son los riesgos relacionados con el proyecto?
Si obtiene respuestas positivas a la mayoría de las preguntas, no hay ningún problema en seguir adelante con la oferta. Pero si tienes dudas y obtienes respuestas negativas, entonces tal vez deberías considerar no ofertar.
Factores a tener en cuenta Ofertar/No Ofertar
Estas son algunas consideraciones que debes tener en cuenta antes de ofertar. No te apresures y recuerda siempre que “No” puede ser la mejor respuesta a veces.
Erisa Projects te presenta algunos factores que debes tener en cuenta antes de tomar la decisión.
Aprende de tu pasado
El mejor maestro de nuestra vida son las experiencias pasadas. Incluso en el proceso de oferta, debes hacer un seguimiento de tus últimos proyectos.
Ten en cuenta tus victorias y tus derrotas. Reconoce tus puntos débiles de las ofertas pasadas en las que no pudiste ganar.
Si no es así, a veces puedes tener un presupuesto bajo. O incluso si eres nuevo en esta industria, la falta de experiencia puede afectar a la decisión. Pero con el tiempo y más proyectos, conseguirás tu jugada.
El trabajo no termina aquí, también es importante cómo se trabaja. Conocer los puntos débiles es tan necesario como los fuertes. Intenta corregir tus errores y toma la decisión de ofertar con cuidado.
Evaluación de riesgos
Hemos leído anteriormente que el análisis histórico es fundamental para el proyecto.
Además, la evaluación del riesgo asociado al proyecto es muy valiosa. No tiene sentido ganar e invertir en un proyecto con poca rentabilidad. Hay que tener en cuenta todos los inconvenientes de la propiedad.
Además, los últimos proyectos te darán pistas sobre qué propiedad es fiable. Ten en cuenta el tiempo, el dinero y el riesgo que conlleva.
Algunos riesgos comunes son la falta de documentos, las condiciones desfavorables del lugar, los problemas de seguridad, etc.
Rentabilidad
Todo negocio se basa en la obtención de ganancias. De lo contrario, no tiene sentido invertir.
Por lo tanto, también en el sector de la construcción, la oferta debe ser rentable.
Antes de tomar la decisión, calcula todos los insumos como los impuestos, el salario, el seguro, la paga de vacaciones, las herramientas y la maquinaria, y todo lo que proporcionas a los empleados. Excepto que esto también tiene una evaluación del área.
Infórmate sobre otros factores como ubicación, método de construcción, cambio de reglamento, y regulación. Ten en cuenta todas estas variables y luego limita tu oferta.
Tu capacidad
Hasta ahora, entendemos que el hecho de ganar la oferta no es importante.
También debes considerar el hecho de que tú o tu empresa tengan los recursos para completar el proyecto.
Debe haber fondos de sobra, mano de obra, equipos y herramientas para invertir en el nuevo proyecto.
Asegúrate de que no vas demasiado retrasado con respecto al programa. Antes de emprender un nuevo proyecto, hay que despejar los atrasos.
Tu empresa debe tener capacidad financiera para apoyar el nuevo proyecto. Asegúrate de que no hay obstáculos.
Correcta alineación
Cuida los recursos, el riesgo, la ganancia de una propiedad. Pero no olvides que tu nuevo proyecto debe estar alineado con tu empresa. Esto significa que debes tener una visión clara de dónde invertir. Si tu empresa quiere entrar en la propiedad privada, debes invertir allí. O si quieres seguir en el mismo sector. Sé consciente de los deseos de tu empresa.
A estas alturas ya debes tener una idea de cómo funciona el proceso. No siempre es necesario ganar. Si el proyecto no es bueno para la empresa, no tienes suficientes recursos, no tienes claro el objetivo del cliente o hay muchos riesgos, entonces es mejor seguir adelante. Estas decisiones deben tomarse con calma. Haz un plan previo y trabaja de acuerdo con él.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!